Después de llevar taaaanto tiempo perdida (culpa de YA.COM, que funciona cuando quiere, que es NUNCA!), voy a recordar algunas cositas de mi viaje a Alemania (¡vente pa alemania Pepe!).
Antes de nada decir que me da un poquito de miedo viajar en avión. No llevo bien eso de despegar y aterrizar. A mi pobre Bolita le dí un viaje que no se lo deseo a nadie. Menos mal que tiene más paciencia que un santo... Sólo lo dejé dormir un par de horas esa noche. Que nadie piense mal, es que cuando estoy muy nerviosa me da por hablar.
Nada más llegar a Düsseldorf nos dejan en mitad de la pista y tenemos que ir a pie hasta el terminal (o como se llame). La distancia en sí era corta, pero a no sé cuantos cerquita de cero, hacerme caso, no da gusto ninguno. Menos mal que Bolita piensa en todo y me obligó a ponerme la ropa de la nieve, que no me quité en todo el viaje, por cierto. Allí nos recogió el primo de Bolita, lo llamaremos Marido de Extrovertida o Padre de Mini-Inquieta, que nos llevó a casita después de perdernos un poquito y aprovechar para hacer turismo.
Al llegar a la casa lo primero que noté es que Extrovertida es la caña, como su Marido y su hija, Mini-Inquieta, que enseguida hicimos migas! Ese día comida tarde (como todos los demás días) y a la camita.
El sábado nos fuimos a Holanda, 10 minutillos en tren, a un mercadillo y luego a un cofee-shop que lleva... un malagueño!!! Muy cañero, por cierto. Comida a mitad de tarde, salida por el pueblo (precioso, parecía una postal de navidad), y toda la noche jugando con Mini-Inquieta y Bolita con el trineo, a guerras de nieve y a hacer ángeles de nieve. Hacía siglos que no me lo pasaba tan bien, disfruté como una enana!!!
El domingo fuí con Marido de Extrovertida a comprar a Holanda. Necesitaba compresas y pensaba que él me podría ayudar a pedirlas. ERROR! Menos mal que siempre queda el recurso de decir que quieres eso que las mujeres usan una vez al mes para no mancharse... a mí me da que la dependienta no había menstruado en su vida, lo que le costó pillarlo a la pobre!!
Mientras Bolita estaba intentando agotar a Inquieta quitando la nieve de la puerta. Al final quien acabó agotado fue... Bolita. Comida a las mil de la tarde, noche de ángeles, trineos y bolas de nieve.
El lunes, un madrugón para morirse (sólo dormí dos horas por el estrés de despegar-aterrizar) y vuelta a España. Nunca me ha dado tanto gustito llegar a un sitio con una temperatura mayor de 10 graditos!
Al llegar a casa de Bolita dormimos un poquito y luego vuelta a mi casita, a repartir todo el chocolate que había comprado, por cierto buenííísmo!!!
La siguiente escapada ya la estamos pensando. A Berlín!!!
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Hace 5 semanas
