Descanso

Y después  de este descanso me he dado cuenta de que necesito más.

Tengo que dejar de ser una montaña rusa y estabilizarme un poco, así que por ahora, hasta luego...

Ya somos tres!!

Pues sí, y no estoy hablando de mi vida sexual o sentimental, que ésa también tiene tela...  estoy hablando del piso para el curso que viene!!!

Como el ex-legionario/tatuador/homosexual?/obsesivo-compulsivo dejó de dar señales de vida, mandé un mail (hace 3 semanas?) a las caseras para preguntarles si sabían algo de él, no contestaban así que ayer lo reenvié y resulta que pagó la fianza!

Al final entrará con C-C y conmigo en septiembre. Ya contaré qué tal la convivencia, porque aún me tiene cabreada eso de no avisar ni nada...

Sólo deseadme suerte!

y no sólo...

... me rompiste el corazón y me perdiste mi alegría... mi portátil también te lo cargaste!!



P.D.: La alegría ya la estoy buscando, prometo encontrarla!

y... duermo!!

La gata me ha dado una tregua. No, no he usado el tan temible pan con anís o la última propuesta (más permanente) de atún con yeso... Ha sido ella solita, como si hubiera escuchado mis plegarias!!

Además de eso, estoy aprendiendo a no decirme no a mi misma cuando le digo sí a los demás, aparte de empezar a hablar el lenguaje del resto de la humanidad, y todo eso sin muchos remordimientos.

Así que, por ahora Torsha 1-Vida 0!!!!

Y nos dieron las 10 y las 11, las 12 y la 1, las 2...

Esta noche he aprendido que odio a las gatas. Así es como me llamaba Bolita: gatita. Siempre he amado los animales, pero hoy me han despertado mi instinto más asesino.

Contaremos la historia desde el principio....

Esta semana ha sido un poco "intensa". He quedado mucho con T.S. todas las noches y la verdad es que, aparte de reírnos como locas, he trasnochado mucho. Además de eso están las pesadillas tontas que no la dejan dormir a una... así que este fin de semana tocaba relax.

Al final me decidí por playa, familia y amigos. 
No voy a mentir, las palabras relax y descanso han brillado por su ausencia y eso que las necesito como el vivir: mucho trasnochar y siestas imposibles por la enajenación transitoria que tienen mis vecinos (transitoria porque dura de 16:00 a 19:00, justo la siesta!) que  conlleva gritos, broncas o reggeaton a todo trapo. Conclusión: boca seca, cansancio acumulado y no parar con las amigas, vamos, que vivo en un continuo arrastre.


Anoche llegué a casita, por fin sola, sin vecinos locos, como mucho el ruido de las obras a los que ya te has acostumbrado y con un sueño que me caía. Pues no sé qué rollo raro se lleva Morfeo conmigo que me abrió los ojos de par en par hasta las 4 de la mañana!! Y no contento con eso, a las 5 de la mañana me despierto con lo que creía que eran gritos/alaridos de un niño... ¿llamo a la policía? ah no! si es un perro! me asomo  a la ventana y está todo más negro que el sobaco de un mono...a ver si se calla... 
Y así hasta las 6 de la mañana, hace un ratito vamos, que me he vuelto a dormir y a las 7, de nuevo, esos alaridos que parecen de Satán desde los infiernos. Ahora sí, me asomo y veo una gata negra, preciosa, chillando como una loca! 


Gracias Dios por inventar los veterinarios, las esterilizaciones y las inyecciones para el celo, ahora sólo falta que corras la voz por ahí y se enteren mis vecinos!! Esa opción o la que decía Bolita: pan con anís, muuuucho anís...

Resultado:

Y que no era por ti, sino por mí...

 Y aún así, aunque nadie lo entienda, gracias.

Introspección.

Y después de no entender muchas cosas, de hacer todo tipo de confesiones a todo tipo de personas, de escuchar diferentes motivos, estoy empezando a entender muchas cosas.

Mi A me ha contado mil motivos diferentes para tener un mismo comportamiento, todo ello desde el entendimiento, con paños calientes, y mi M ha utilizado su agresividad verbal para abrirme los ojos.

Soy compartimental, pragmática, fría y directa. En una palabra: sencilla. Lamentablemente el mundo y el resto de sus habitantes no lo son, son más complicados. Les gusta andarse por las ramas, no entender nada y seguir liados, no llamar a las cosas por su nombre, darle vueltas a la noria, oír una cosa y entender sólo lo que ellos quieren...

Lo que yo llamaba cobardía resulta que a lo mejor no lo es y, lo que es peor, a lo mejor es el único lenguaje que entienden, así que lo mismo tengo que empezar a comportarme como ellos, pero sólo para hablar el mismo idioma.