Y después de no entender muchas cosas, de hacer todo tipo de confesiones a todo tipo de personas, de escuchar diferentes motivos, estoy empezando a entender muchas cosas.
Mi A me ha contado mil motivos diferentes para tener un mismo comportamiento, todo ello desde el entendimiento, con paños calientes, y mi M ha utilizado su agresividad verbal para abrirme los ojos.
Soy compartimental, pragmática, fría y directa. En una palabra: sencilla. Lamentablemente el mundo y el resto de sus habitantes no lo son, son más complicados. Les gusta andarse por las ramas, no entender nada y seguir liados, no llamar a las cosas por su nombre, darle vueltas a la noria, oír una cosa y entender sólo lo que ellos quieren...
Lo que yo llamaba cobardía resulta que a lo mejor no lo es y, lo que es peor, a lo mejor es el único lenguaje que entienden, así que lo mismo tengo que empezar a comportarme como ellos, pero sólo para hablar el mismo idioma.